Sobre nosotros
Rafael Rodríguez ha logrado mantener con éxito uno de los negocios más emblemáticos de la capital. Desde bolsas de frutos secos, conservas gourmet y botellas de vino, se respira un intenso aroma a familia, historia y amor por la comida.
Oliver Delicatessen: 170 años de historia en el centro de Granada
El local, que lleva el nombre de la familia Oliver, fue adquirido años después por ellos mismos. Con numerosas historias a su alrededor, ha sido testigo del paso de intelectuales granadinos y ha sido el ultramarino de confianza de García Lorca. Aunque sus estanterías de madera barnizada parecen guardar más de un secreto, el ajetreado siglo XX no pudo derribar estas paredes impregnadas de exóticos aromas.
Rafael Rodríguez ha logrado mantener el éxito en el negocio.
Desde pequeño, Rafael soñaba con trabajar en la tienda que consideraba un lugar mágico. Los frutos secos se han convertido en el producto estrella gracias a la familia Oliver y siguen siéndolo. La amplia variedad de frutos secos a granel es algo que los distingue y les hace diferentes. Aunque no planean ampliar su oferta actualmente, Rafael asegura que no cabe nada más en el establecimiento.